52.- Universo de letras da un informe de lectura de mi libro

 

INFORME DE LECTURA: Llovizna

 

SINOPSIS

La voz poética de Llovizna, inspirada con frecuencia por los entornos familiares que la rodean, echa la vista atrás para evocar un tiempo que se fue. No puede extrañar, por tanto, que la nostalgia sea el hilo conductor de muchas composiciones, la mayoría de ellas sonetos que destacan por su intensidad y luminosidad. Pero esa voz habla también de sí misma, de su propio quehacer literario y de la indagación en el “silencio que murmura” que es, a la postre, lo que define a la verdadera poesía.

 

EN POSITIVO

Lo primero que hay que destacar es la unidad y coherencia de la obra, cuyos poemas parecen cosidos por un hilo común. El paisaje, espacio físico y sentimental, es el marco en el que se asienta la estructura y también, permítase la expresión, la mecha que prende los otros asuntos por él convocados (el paso del tiempo, la ausencia, el hecho poético, la espiritualidad y, por supuesto, el amor).

Y mi vida se acompasa

con lo que en ella contengo

y cada vez que entretengo

este sueño que rebasa

 

los delicados momentos

de sutil contemplación.

Una mira a los jardines

 

y se llena de jazmines.

La otra vive en oración

y al mar mira sus portentos. (Página 7)

 

Esa naturaleza que lo abarca casi todo expresa muchas veces estados de ánimo; otras va más allá y conecta con la esencia del ser para buscar respuestas; otras, finalmente, reaviva el recuerdo dormido de la voz poética, que evoca con nostalgia un mundo que no volverá. El resultado son composiciones de gran hondura y emotividad.

Hoy murmuran los ecos del instante

que me evocan nostalgias ancestrales.

Hay en los órganos monumentales

 armonía de arpegio modulante,

 

que acompaña al incendio vespertino.

Me enamora su encuadre floreciente

que respira el ocaso iridiscente.

y en su descenso  mudo y opalino,

me arrebata soñar en claroscuro,

 el plenilunio que, feliz, auguro. (Página 63)

 

Hay una última veta de este leitmotiv sobre la que merece la pena detenerse: la pintura de un paisaje armónico, de ecos renacentistas, que da cuenta como hizo Jorge Guillén, y antes Walt Whitman– de un mundo bien hecho.

Soy feliz en el orbe universo.

Las estrellas me llevan con ellas:

Me iluminan de luz sus destellos

y sus soles me entibian. Sus lunas

 

me procuran la paz y me curan;

Hay un aire gentil que respiro.

Me refrescan las aguas, y frondas,

el soplar de las auras, el trino

 

de las aves que cantan alegres (…). (Página 64)

 

La forma escogida es la que demanda el fondo: el soneto, un molde de gran tradición en la poesía española que concilia pasión y contención. Se obtiene con él, pero también con las otras composiciones, formadas por tiradas de versos de rima libre que mezclan el arte mayor y el arte menor, un aroma clásico muy sugerente. Frente a cierta poesía esotérica, la de Llovizna es limpia y va directa al corazón.

Nutrida flor del agua turbia es la

nostalgia.

Va del corazón a la

cabeza.

Y arma su desazón con la tristeza.

Intrigan sus absurdos sin respuesta.

Una aspirina le recetan para

que dure y dure más

y se haga insoportable levedad

del efímero ser desvanecido

del expulsado ya

del Paraíso terrenal y luego

tantea ciego la

eternidad. (Página 15)

 

La expresión es cuidadísima, pero también transparente: los poemas dicen mucho en pocos versos, lo que implica intensidad y a la vez dinamismo. No es desdeñable la presencia de un componente irónico, muy sutil, que pone una sonrisa en los labios.

 

Imaginé el nuevo hogar con niños,

adicto a los jardines,

a los sueños,

al canto de los pájaros,

pero no:

Hoy vació el vecino

helada plancha de cemento. (Página 45)

 

Se traza un completo recorrido existencial del que da cuenta una voz ya madura que se expresa con serenidad. Puede haber en ella cierto desencanto por lo que se fue y no volverá, pero manda la sobriedad, la calma, al hacer balance de lo aprendido tras recorrer un largo trecho de la vida. Por eso Llovizna es también poesía del conocimiento, enunciada por una voz que se descubre al mismo tiempo que descubre.

Interrogo al silencio que acuerda

con el siempre, / el nunca, y el quién sabe,

que revela el misterio y da la clave

 

de lo que sólo el corazón recuerda

de la sutil nostalgia y la distancia

que, entrañando la vida, la substancia… (Página 55)

 

Ausencia y nostalgia son dos términos que se repiten con frecuencia. El tiempo pasa pero el amor permanece por la huella imborrable que el ser querido ha dejado en la memoria. Este recuerdo propicia poemas muy emocionantes.

En claros traspuntes de la nada,

me retorna lo que nunca acaba

en su constante huida;

me retorna el murmullo mudable de los ecos de mis prójimos.

Me descifro en otros, hermanados fantasmas de los sueños,

que intercambian otros campos

con flores parecidas y distintas,

ráfagas inverosímiles,

remembranzas y apariencias vagabundas,

que son mujeres y son sueños... (Página 39)

 

Otra capítulo que merece ser destacado es el metaliterario, representado por poemas que hablan del propio quehacer poético, de la esforzada búsqueda de la palabra precisa, “creciente exploración hacia la nada” (página 30). También la música (Schumann, Kreisler, Chopin, Ravel, Schubert) tiene un protagonismo notable.

El Carnaval de Schumann he escuchado

con el ánima simple de un poeta.

Llevó mi fantasía a la discreta

alegría del niño que ha soñado

 

un desfile mayor iluminado

del sol y de las flores de secreta

exhalación sutil, y que interpreta

un vuelo de sorpresas anhelado

en los amaneceres infantiles. (Página 75)

 

En cualquier caso, hay que reiterar que Llovizna se caracteriza por su transparencia. Y también por anclarse a la realidad para hacer sustancia literaria de lo cotidiano.

Sin edad precisa, extranjero,

devorador de imágenes confusas,

decido el cruce transoceánico:

abordo.

Mi carga,

lustrosa adolescencia,

disneylandia, (…)

mi pasaje de Segunda Clase,

me hace ajeno al Imperio – empresario

vendedor del pasaje:

No pirata, no colono, no colonizado totalmente,

viajo en la media de la media

que es la clase más estándar

del consumidor de ensueños. (Página 49)

 

A MEJORAR

Difícilmente pueden aportarse mejoras a un texto de este calado. Únicamente se señalan en rojo unos pocos términos, signos de puntuación y mayúsculas dudosos, por si el autor quiere tomarlos en consideración.


CONCLUSIÓN

Ni siquiera los lectores que a priori se muestran reacios a adentrarse en la poesía, por considerarla erróneamenteoscura, aburrida y limitada a un selecto grupo de iniciados, podrán permanecer indiferentes ante la belleza y la emoción de un texto que habla, con precisión pero también con claridad, de lo más esencial del ser. Porque eso es Llovizna, al fin y al cabo: poesía humana, poesía pura.


Comentarios

  1. Mi sincera gratitud para con el autor de la reseña que no me ha dado su nombre. Alegra la vida un elogio tan generoso y sincero.

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