44.- Juana de Ibarbourou, uruguaya, 1892-1979
Tómame
ahora que aún es temprano
y que
llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame
ahora que aún es sombría
esta
taciturna cabellera mía.
Ahora
que tengo la carne olorosa
y los
ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora
que calza mi planta ligera
la
sandalia viva de la primavera.
Ahora
que mis labios repica la risa
como
una campana sacudida aprisa.
Después…,
¡ah, yo sé
que ya
nada de eso más tarde tendré!
Que
entonces inútil será tu deseo,
como
ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame
ahora que aún es temprano
y que
tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y
no más tarde. Antes que anochezca
y se
vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y
no mañana. ¡Oh amante! ¿No ves
que la
enredadera crecerá ciprés? JUANA DE IBARBOUROU, uruguaya (1895-1979) (Fernández
Morales, de soltera), o Juana de América.
Lo
quiero con la sangre, con el hueso,
Con el
ojo que mira y el aliento,
Con la
frente que inclina el pensamiento,
Con
este corazón caliente y preso,
Con el
sueño fatalmente obseso
De
este amor que me copa el sentimiento,
Desde
la breve risa hasta el lamento,
Desde
la herida bruja hasta su beso.
Mi
vida es de tu vida tributaria,
Ya te
parezca tumulto, o solitaria,
Como
una sola flor desesperada.
Depende
de él como del leño duro
La orquídea,
o cual la hiedra sobre el muro,
Que
sólo en él respira levantada.
Juana
de Ibarbourou, uruguaya
Como
la primavera
Como
un ala negra tendí mis cabellos
Sobre
tus rodillas.
Cerrando
los ojos su olor aspiraste,
Diciéndome
luego:
¿Con
ramas de sauces te atas las trenzas?
¿Tu
almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras
Porque
acaso en ella exprimiste un zumo
retinto
y espeso de moras silvestres?
¡Qué
fresca y extraña fragancia te envuelve!
Hueles
a arroyuelos, a tierra y a selvas.
¿Qué
perfume usas? Y riendo te dije:
-¡Ninguno,
ninguno!
Te amo
y soy joven, huelo a primavera.
Este
olor que sientes es de carne firme,
De
mejillas claras y de sangre nueva.
¡Te
quiero y soy joven,
por
eso es que tengo
¡Las
mismas fragancias de la primavera! Juana de Ibarbourou
A
DESHORA
¿Versos?
Sí, algunos cada día
sobre
la luz que el alba nos rehace
y
mientras Sirio por el cielo trace
su
indescriptible plan de cetrería.
Muchos,
de amor, la vaga melodía
del
clave cuya música renace,
porque
no hay Primavera que se aplace
y
Octubre estalla en rosas todavía.
Versos,
sí, por la risa, por el llanto,
por
una pena o un furtivo canto,
por
una flor o un ruiseñor divino.
Versos
porque se vive, y se enamora
una
mujer, un día fuera de hora
en el
reloj tremendo del destino.
Juana
Juana quiere su amor realizado: amar y ser amada en plena primavera.....
ResponderEliminarDestaco en esta parte del blog el contraste: De un lado la poesía erótica apasionadamente bella y elevada de Juana y de otro el humor un tanto negro del humorista involuntario que fue Margarito Ledesma, que con humildad presenta el otro extremo: De un lado el erotismo que es buena poesía y no cae en la cursilería. Del otro lado el ser un poeta que no niega los obstáculos a superar para que nuestra poesía -la de todos- no se desbarranque hacia el despeñadero del ripio, del lugar común o del exceso de la ingenuidad risible.
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