45.- LOS ENEMIGOS MAYORES DE LA POESÍA Y DE LOS POETAS:

                                    Los enemigos mayores de la poesía son:

A. La vulgaridad; es decir toda palabra necia y coprológica. Mandar algo al carajo, por ejemplo, podría ser una excepción; pero el escritor que abusa de expresiones de ese tipo, siendo que hay otras mejores para el rechazo de lo que nos indigna y sólo por excepción está el uso y abuso de la mierda, de la chingada, etc. etc.

B- El lugar común: Dice al respecto la Wikipedia. “es una frase o idea considerada como un vicio del lenguaje por ser demasiado sabido o por su uso excesivo o gastado.  Presenta una o varias de las siguientes características:  Demuestra poca imaginación de quien la expresa. Sustituye la búsqueda de ideas originales o creativas por otras ya gastadas. Evidencia ser una copia de una idea de otro. Frecuentemente usado en el discurso político como herramienta de la demagogia para engañar o maquillar la verdad. Simplifica una idea o concepto que quizá merecería matizarse.” 

C. LA FILOSOFÍA BARATA. Es mentira que los dichos populares sean sabios; pocos lo son. Son frecuentemente necios e ingenuos en su inmensa mayoría. Cervantes y León Bloy lo demuestran muy bien. Cito a Manuel Quijano. “El uso en la literatura del lenguaje áspero y vulgar, así como de obscenidades, es una técnica de choque muy antigua, que siempre ha tenido adeptos, y va dirigida a los que presumen de recatados o "hastiados", (traducción del galicismo "blasé" de uso no raro entre los mexicanos snob), por haber visto todo. Los términos, indiferentes ellos mismos pero deshonrados por el uso, se vuelven pintorescos y exóticos, aunque no es raro que la brutalidad del lenguaje engañe sobre la banalidad de pensamiento. Un ejemplo es Henry Miller, autor de los Trópicos de Cáncer y de Capricornio y varias otras cosas, glorificando el placer sexual independiente del amor, sin darse cuenta que la voluptuosidad buscada en forma aislada y artificial (como hacen los adolescentes), tiende a volverse sosa rutina.” Hay filosofía barata ““cuando hablamos por hablar, sin profundizar, sin la más mínima intención de que lo que estamos hablando nos sirva para algo, o nos lleve a acción alguna”, a eso lo llamamos “filosofía barata”  Nada hay peor que estarse incorporando sin saberlo a la que ha sido llamada "sociedad líquida" o de adolescentes que están dispuestos a adaptarse a cualquier imposición de los publicistas como se adaptan los líquidos a cualquier clase de envase. Se aplica a lo que, con apariencia de elegancia o de riqueza, es ridículo y de mal gusto.. Dícese de los artistas y escritores, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento expresivo o sentimientos elevados."  

D. LA CURSILERÍA: “a. Dícese de la persona que presume de fina y elegante sin serlo. b. Se aplica a lo que, con apariencia de elegancia o de riqueza, es ridículo y de mal gusto. 

E. LOS DISPARATES: He aquí otro enemigo de la literatura en general. pues el lenguaje humano, dejando a salvo la posibilidad del humorismo y el sarcasmo, que son obra de la inteligencia, no nos fue dado para decir disparates. Enemigos son de la poesía, pues, en general son fruto de la tontería y la falta de reflexión. El campo que mejor ejemplifica la existencia de este enemigo de la poesía se da, a mi parecer, principalmente en las letras de canciones o cánticos de todo tipo. Los boleros iberoamericanos son un campo propicio para ejemplificar poesías fallidas a causa de pensar y decir disparates. Voy a citar el bolero aquel que dice "Me hace tu maldad feliz" "voy viviendo ya de tus mentiras, es por eso que te quiero tanto". El masoquismo no es amor. La felicidad no es compatible ni con el mal causado a la persona amada ni con las mentiras y el engaño. (Cuantas veces tenemos que lamentar que una bella melodía envuelta en fascinantes armonías y demás riquezas musicales sea una colección de disparates y cursilerías). 

F. Enemiga mayor de la poesía es LA IMPROVISACIÓN. Rubén Darío casi se hincó ante los poetas para suplicarles que NO improvisaran. Generalmente, PROPIO de los principiantes y la poesía fallida creer que improvisando al azar  son más originales, más espontáneos y mejores; cuando niegan que el buen poeta tiene que trabajar arduamente las tres condiciones que se necesitan para lograr quizá que su poesía triunfe sobre el severo tamiz del tiempo y de la crítica buena y seria:  

1. Cultivar el propio talento que es regalo de Dios; 

2. incrementar al máximo nuestra vida interior o vida espiritual que, entre muchas cosas más abarca el empeño por la creatividad, por apropiarnos de agrandar el número y la calidad de nuestras concepciones de todo lo que es real hasta donde dónde nos den nuestras interpretaciones por analogía; incrementar nuestra vida emocional y volitiva; conservar y agrandar nuestra libertad para amar y hacer el bien; es decir, nuestra solidaridad humana y espiritual para con los demás; estar cada vez más abiertos a nuestras aspiraciones humanas infinitas; y, 

3. Desarrollar con un esmerado y arduo trabajo la técnica  del arte bello que se quiera cultivar, (En este caso, el conocimiento,  la habilidad y  talento que exige la poesía).

He aquí el programa mínimo de quien aspire a ser poeta.

Javier Prieto Aceves