36.- Concha Urquiza (Morelia, Michoacán; 1910 - Ensenada, Baja California; 1945).



Cancioncilla

¿A quién contaré mis quejas,

mi lindo amor,

a quién contaré mis quejas

si a vos non?...

Canción popular del s. XV

Amor, corriente escondida

que pechos adentro va,

como un manantial que está

alimentando mi vida;

en turbias aguas perdida

abreva el alma dolor:

si no te la cuento, Amor,

¿a quién contaré mi herida?

Flauta y risa, pan y abrigo,

levanten gritos de guerra;

lágrimas brota la tierra

que amargan la vid y el trigo;

zumo de dardo enemigo

la dulce vida envenena:

¿Cómo lloraré mi pena

si no la lloro contigo?

Negras alas han manchado

el claro cielo de estío;

se encrespa el seno del río

de recias olas turbado:

cómo pasaré este vado

sino en tus brazos, amor?

¿Cómo beberé el dolor

si no lo bebo a tu lado?

Concha Urquiza (Morelia, Michoacán; 1910 - Ensenada, Baja California; 1945).

 

 *** 

Y vino y puso cerco a mi morada
y abrió por medio de la gran carrera
Fray Luis de León
Trad. del Libro de Job

Job

Él fue quien vino en soledad callada,
y moviendo sus huestes al acecho
Puso lazo a mis pies, fuego a mi techo
Y cerco a mi ciudad amurallada.

Como lluvia en el monte desatada
Sus saetas bajaron a mi pecho;
Él mató los amores en mi lecho
Y cubrió de tinieblas mi morada.

Trocó la blanda risa en triste duelo,
Convirtió los deleites en despojos,
Ensordeció mi voz, ligó mi vuelo,

Hirió la tierra, la ciñó de abrojos,
Y no dejó encendida bajo el cielo
Más que la obscura lumbre de sus ojos.


19 de julio, 1937




"Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino El. 13está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios." del Apocalipsis

Comentarios

  1. Se quedó en soledad callada y no dejó encendida bajo el cielo más que la oscura lumbre de sus ojos: (Job/Jesucristo, el Señor) tenían la lumbre la oscura lumbre de la fe escondida dentro de su alma, y también la poeta convertida a Cristo.

    ResponderEliminar
  2. ¿A quién contar, en brazos de quién llorar, con quién beber el dolor amargo de amar, sino con el amado mismo?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares