18.- Enrique González Martínez, jalisciense. Tuércele el cuello al Cisne

 

Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.

Huye de toda forma y de todo lenguajeque no vayan acordes con el ritmo latentede la vida profunda... y adora intensamentela vida, y que la vida comprenda tu homenaje.

Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno...

El no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en la sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno. 
Enrique González Martínez, jalisciense 1871-1952

EL SONIDO X

         El día que yo logre dar un consonante

a la fuente petrificada

en el filtro divino y perenne

de la montaña;

el día que yo pueda

armonizar el eco de una fragancia;

el día que yo atine

con un acorde de luna en el agua;

el día que yo acierte con la sinfonía

del sol en la playa;

el día que mi vida

sea como un arpa

muda y trémula

que acompañe al silencio que pasa,

¡cómo maldeciré de vosotras,

traicioneras y viles palabras!...

Enrique González Martínez, jalisciense 1871-1952



DOLOR
Mi abismo se llenó de su mirada,
y se fundió en mi ser, y fue tan mía,
que dudo si este aliento de agonía
es vida aún o muerte alucinada.
Llegó el Arcángel, descargó la espada
sobre el doble laurel que florecía
en el sellado huerto... Y aquel día
volvió la sombra y regresé a mi nada.
Creí que el mundo, ante el humano asombro,
iba a caer envuelto en el escombro
de la ruina total del firmamento...
¡Mas vi la tierra en paz, en paz la altura,
sereno el campo, la corriente pura,
el monte azul y sosegado el viento!


Cuando sepas hallar una sonrisa
en la gota sutil que se rezuma
de las porosas piedras, en la bruma,
en el sol, en el ave y en la brisa;

cuando nada a tus ojos quede inerte,
ni informe, ni incoloro, ni lejano,
y penetres la vida y el arcano
del silencio, las sombras y la muerte;

cuando tiendas la vista a los diversos
rumbos del cosmos, y tu esfuerzo propio
sea como potente microscopio
que va hallando invisibles universos,

entonces en las flamas de la hoguera
de un amor infinito y sobrehumano,
como el santo de Asís, dirás hermano
al árbol, al celaje y a la fiera.

Sentirás en la inmensa muchedumbre
de seres y de cosas tu ser mismo;
serás todo pavor con el abismo
y serás todo orgullo con la cumbre.

Sacudirá tu amor el polvo infecto
que macula el blancor de la azucena,
bendecirás las márgenes de arena
y adorarás el vuelo del insecto;

y besarás el garfio del espino
y el sedeño ropaje de las dalias...
y quitarás piadoso tus sandalias
por no herir a las piedras del camino.

Enrique González Martínez, mexicano, (1871-1952)



Comentarios

  1. El parnasianismo es un movimiento posromántico porque surge como una antítesis del Romanticismo, pero se distancia también del Realismo literario por su carácter ensoñador e imaginativo, alérgico a la vulgaridad y el adocenamiento burgueses. La oposición al Romanticismo tiene como causa lo que los parnasianos consideraban sus «excesos»; exceso de subjetivismo, hipertrofia del yo —crecimiento excesivo y anormal—, exceso de sentimiento. De allí que los parnasianos preconizaran una poesía despersonalizada, alejada de los propios sentimientos y con temas que tuvieran que ver con el arte, temas de por sí sugerentes, bellos, exóticos, con una marcada preferencia por la antigüedad clásica, especialmente la griega, y por el lejano Oriente.

    En lo referido al estilo, los parnasianos cuidaban mucho la forma. Continente y contenido debían marchar de acuerdo. De esta manera, si los románticos demostraron una preocupación por los sentimientos, los parnasianos lo hicieron por la belleza. No obstante, fuese por defecto estético o por cierta exageración en el manejo de sus recursos expresivos, algunas de sus obras resultan demasiado pedantes para el gusto actual, lo que explica que buena parte de los autores de esta corriente sean actualmente conocidos únicamente por los especialistas estudiosos de la materia. Cfr. Wikipedia. En este poema, González Martínez invita a preferir al sapiente búho que interpreta el misterioso libro del silencio nocturno. Y en el sonido equis nos invita, como buen seguidor de los parnasianos a la imaginación y a la creatividad sin límite de urdir metáforas profundas que hagan posible lo imposible....

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  2. Los datos sobre la tendencia parnasiana están tomados de la Wikipedia.

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