22.- Jaime Sabines a la muerte de su padre
Poema XII de Algo sobre la muerte del mayor Sabines
Morir es retirarse, hacerse a un lado,
ocultarse
un momento, estarse quieto,
pasar el
aire de una orilla a nado
y estar en
todas partes en secreto.
Morir es
olvidar, ser olvidado,
refugiarse
desnudo en el discreto
calor de
Dios, y en su cerrado
puño, crecer
igual que un feto.
Morir es
encenderse bocabajo
hacia el
humo y el hueso y la caliza
y hacerse
tierra y tierra con trabajo.
Apagarse
es morir, lento y aprisa
tomar la
eternidad como a destajo
y repartir
el alma en la ceniza.
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HORAL
El mar se mide por olas,
el cielo por alas,
nosotros por lágrimas.
El aire descansa en las hojas,
el agua en los ojos,
nosotros en nada.
Parece que sales y soles,
nosotros y nada...
A causa de que amamos nos viene el dolor en ese mundo, pero si hay fe, si hay esperanza y si hay caridad nos refugiamos en el calor de Dios en espera de la felicidad completa cuando veamos cara a cara al mismo Altísimo y ya nada ni nadie puede arrebatárnoslo. Yo interpreto de esa manera dónde y cómo Jaime Sabines ponía a sus muertes y a la muerte misma.
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