13.- CALAVERAS PREMIADAS, poesía popular
Calaveras del AÑO 17
Medalla de Primer Lugar en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana
que trabaja en esta Casa
que de libertad arrasa
nuevos muertos a saber.
del escenario discurso
que, sin fin, siga su curso
pronunciado desde dentro
de las ilustres calacas
que claman que pronto venga
la epidemia que contenga
un sonido de maracas
Y el clamoroso entierro
de los males nacionales
locales y federales
que nos lanzan al destierro
.-1-.
Quien quiera gozar de veras
inocentes calaveras
lo primero con que sueña:
que la censura permita
que pasen nuestros poemas
que lleguen sus chispas buenas
de inteligentes esquemas
y se cimbren las arenas
con escándalo ancestral
del entierro más jovial
de nuestro mal nacional
hidra de las mil cabezas
y otro tanto de torpezas:
primero la incompetencia;
segunda la mala influencia
de la transa y del cochupo
que ya rebasa su cupo
con reparto substancial
de las recomendaciones.
-.2.-
México lindo y querido
Si muero dentro de ti,
Que digan que fue luchando
Contra las ratas del PRI.
Letal llegó en el dieciocho
Nuestra madre calavera,
cogió a todos los partidos
y los mandó a la nevera
para que los mexicanos
por fin pudieran juntarse
para vigilar las cuentas
y por fin recuperarse
de tanto inepto y ladrón
que era apapachado tanto
por la Dictadura perfecta
con su perfecto atraganto
de tanto nombre de calle
que da la inmortalidad
a tanto inicuo que impune
paseó tanta iniquidad.
-3-.
Final
¡Te
imploramos madre muerte,
No
te tardes en venir
a
purificar la suerte
de
la Patria en devenir!
“Todos
a una”
Pedro
Damián Sillas Osuna
Medalla del tercer lugar:
Cerdito
Un poco después del juicio,
Que salvó a este poeta, Saliendo del edificio,
Me encontró una silueta.
Veo que es la muerte, le digo:
‘̶ Toma el dinero y te vas.
Aunque no eres mi enemigo
Te ves bien con los demás.’ Pero no lo convencí,
Y quiso saber de mí.
Pensé que, al ser blanco aquí, sólo bastaba mentir.
Conté por qué me enjuiciaron,
le hablé de la señorita
Y su amiga, me gustaron.
Eso lo enojó. Me grita:
‘Esas son cosas macabras’,
Y me acusa de violento.
No soy bueno con palabras Como quise en el momento.
Yo me quise defender.
Es que él no vio el vestido
que traía esa mujer,
¿Qué más tenía sentido?
Por esto les digo y creo:
Hoy en día no hay valores,
la muerte, sin papeleo
me pudo llevar, señores.
Emilia Riemann
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