002.- La belleza.

1.     Propiedad de las cosas que las hace ser amadas, infundiéndonos deleite espiritual. Esta cualidad de los seres existe en la naturaleza y en las obras de arte. La belleza absoluta solamente reside en Dios.  (* Este resumen contiene, en su mayor parte, una síntesis del artículo de la Enciclopedia Espasa)

2.      En Filosofía: “El resultado de la unidad, verdad y bondad de los seres"   A pesar de que se han hecho muchas definiciones, nada ha habido más difícil de definir. Platón: “el esplendor de lo verdadero” aunque más bien se atribuye a Plotino. Para Aristóteles belleza es “lo que siendo bueno es suave, porque es bueno”; Santo Tomás de Aquino: “bello es todo objeto quevisto o contemplado, causa deleite”

3.     Es tan difícil definirla, entre otras razones, porque la belleza presupone la pregunta ¿está en los seres o en los ojos del hombre que la mira? ¿Es objetiva o subjetiva o posee ambas características? El gran Miguel Ángel preocupado por tal cuestión hizo este famoso cuarteto:

“Dime, ¡Oh Dios!, si mis ojos, realmente,

la fiel verdad de la belleza miran;

o si es que la belleza está en mi mente

y mis ojos la ven doquier que giran”

4. Hay que reconocer, pues, que los objetos no son bellos porque causen en nosotros cierta complacencia, sino que nos la causan porque son bellos, independientemente de nuestra consideración.

4.     Los tres elementos de la belleza objetiva: 1º La integridad del ser en tanto se tiene por deforme a aquel ser que le falta alguna de sus partes o perfecciones; 2º La proporción y armonía de las partes entres sí y con el todo: no parece haber belleza en el desorden; y, 3º El esplendor y la claridad: el brillo y resplandor, por ejemplo, del color armónicamente prodigado, la luz diáfana para contemplar el objeto, la nitidez de los sonidos y ritmos musicales, etc. La belleza de las buenas acciones sólo puede ser apreciada en aquellas que resplandecen con la luz inteligible de la razón... “Hay verdadera belleza en el resplandor de la forma sobre las diversas partes o perfecciones del ser, armonizadas o proporcionadas entre sí” dijo Tomás de Aquino y agrega San Agustín: “La unidad es la forma de la belleza”.

5.     Luego, la verdad es el fundamento de la belleza, aunque ambos conceptos se distinguen. Hay verdades a las que jamás se nos ocurre llamarlas bellas como el principio de contradicción o un teorema matemático. La falsedad, sin embargo, es contraria a la naturaleza del entendimiento humano, no lleva consigo luz y claridad, sino oscuridad y confusión y por eso es incapaz de producir en el entendimiento verdadero placer. Tanto en el orden natural como en el ideal no concebimos belleza en un ser falseado o que no reviste sus caracteres esenciales. Sin embargo, los artistas, en las artes bellas, son capaces de ofrecernos con su ingenio, prescindiendo de la naturalidad o verdad del ser, objetos muy bellos, pero no tanto por haber producido ficciones quiméricas, sino por recrear lo bello combinando elementos diversos que, aunque en la naturaleza no existan juntos, podrían existir, sin detrimento de la verosimilitud.

6.     Distinción entre bien y belleza: belleza y bien no se distinguen realmente, pero sí lógicamente. Y esto es así porque lo bello es idéntico a lo bueno, aunque, lógicamente, distinto. Así se explica por qué, siendo el bien lo que apetecen por su naturaleza todos los seres, es propio de la esencia de lo bueno (aquello que perfecciona o complementa a algo en su ser mismo y constituye su último fin) que en su posesión descanse la voluntad; pero también que en todo lo bello que sea intuido o conocido descanse el apetito de conocer. Por eso en la vista y el oído que sirven más a la razón, son también los que más contemplan lo bello. Lo que no suele ocurrir ni con los olores ni sabores a los que no llamamos bellos sino agradables o desagradables. Conclusión: lo bello añade a lo bueno cierto orden de la facultad cognoscitiva, de modo que bueno es lo que simplemente complace al apetito o voluntad; y, bello, aquello cuya aprehensión deleita. En toda proporción o armonía de varias perfecciones hay belleza de donde resulta que el ser bueno es bello y el ser bello es bueno a la vez. Sin embargo, la distinción lógica entre uno y otro radica en que el bien dice relación al apetito o voluntad, mientras que la belleza impresiona primero la sensibilidad (sentimientos) y, al mismo tiempo, al entendimiento. El bien tiene razón de fin o causa final, mientras que la belleza que determina al entendimiento a contemplarla tiene razón de causa formal. La belleza es el esplendor de la verdad y del bien, que consta de varias partes o perfecciones proporcionadas entre sí.

7.     Distinción entre ética y estética: Si aceptamos la distinción lógica apuntada entre bien y belleza, como cosas distintas, ya no habría ninguna dificultad en admitir las diferentes esferas de lo bueno y de lo bello, de lo ético y de lo estético. Lo que atrae al entendimiento a contemplarlo porque causa deleite, puede y debe distinguirse de lo que constituye la razón de ser de una acción buena, que no es el mero deleite sino, además la realización plena en su ser de un ente. En el caso del ser humano que la acción perfeccione o complemente en su ser mismo a la persona que la realiza. Ejemplos: una cosa es admirar la belleza del cuerpo bello de una persona y otra aceptar conscientemente cometer adulterio o traición o causar destrucción indebida, disponiendo de ese cuerpo en perjuicio de uno mismo o de del bien o de la dignidad de alguna otra o de algunas otras personas.

8.     Facultad cognoscitiva de la belleza: En el Hombre, la facultad capaz de conocer la belleza es el entendimiento, puesto que la belleza consiste en contemplar la armonía de las partes o perfección eminente de los atributos de un ser o la unidad dentro de la variedad de elementos del mismo; y como no es posible percibir tal armonía y deleitarse en ella sin penetrar más o menos en las relaciones y propiedades del ser, y tal operación sólo puede ejecutarla una facultad intensamente reflexiva como es el entendimiento que es el único  capaz de conocer y apreciar las relaciones de los seres, se sigue que es el entendimiento la facultad más apropiada para distinguir lo que es bello de lo que no lo es. Pero no todos los hombres tienen desarrollada de igual modo el ejercicio de tal entendimiento: hay diferentes grados de cultura, de desenvolvimiento intelectual, hay diferentes inclinaciones y aptitudes para ejercitar tal facultad de entender lo bello. Mientras unos se inclinan por un tipo de sensibilidades otros desarrollan más otras. Unos las desarrollan para una finalidad y otros para otra.

9.     Efectos de la belleza: Consisten 1º en la admiración; (Por esto en la belleza moral nos cautivan las acciones heroicas, virtuosas, o desinteresadas); 2º la complacencia en su contemplación, por la perfección de la acción directa que el objeto ejerce en nuestra facultad apetitiva o voluntad; 3º En el amor o tendencia a la posesión del objeto bello pues al contener todo objeto bello ciertos destellos de bondad, verdad y unidad, es punto menos que imposible que no excite y mueva la voluntad. Pero deben distinguirse el amor que produce la belleza, en cuanto tal, y el producido por el bien. La belleza mueve el entendimiento hacia a contemplarlo más y más y con eso se conforma. El amor que produce el bien mueve la voluntad a apropiarse del objeto. Por otra parte, tener un sentimiento agradable puede originarse en cualquiera de los 5 sentidos; en cambio un sentimiento de lo bello viene sólo de la vista y del oído que nos presentan los objetos bellos. Lo agradable no pasa del orden sensible. En cambio, la belleza puede ser sensible, intelectual o moral.

10. Divisiones de la Belleza: La ideal representa al entendimiento la perfección típica a que debe conformarse un ser; la real, sólo expresa la belleza de un ser real. La ideal se subdivide en divina y humana. La real en sensible y espiritual, según el objeto por ella representado. Si el objeto bello sobrepasa las fuerzas intuitivas o aprehensivas de la inteligencia humana, se denomina SUBLIME- Cuando alguien intenta expresar lo sublime y falla, se da lo cursi. La ciencia que trata de lo sublime y de lo bello se llama “Estética”.

11. Esencia de la belleza artística: Se discute si la imitación de la naturaleza bella es el fundamento del arte. Parece que la creatividad del hombre lo lanza también a lo imaginario en cuanto a belleza. Además, es posible a los artistas de las artes bellas describir bellamente lo deforme, lo feo y aún lo horrible. Buscará el alumno ejemplos. En la literatura, Maritornes, o Quasimodo, en la música, en la pintura, en el cine y aún en la Biblia, hay muchos ejemplos también. El ideal ha de ser considerado como elemento esencial de la belleza artística y esta verdad se funda en la naturaleza del alma humana, porque del placer que causa la contemplación de la belleza debe existir una razón y un fundamento, que no puede ser otra que la semejanza que existe entre la idea de belleza que en sí tiene y la obra bella que contempla. El arte de algún modo debe ser racional y no arbitrario: Hay, un péndulo que oscila siempre entre el ideal “Apolíneo” que representa las fuerzas armónicas de la razón y el ideal “Dionisiaco” representado por la fuerza de la vida y del sentimiento del Hombre.nos hace saber, el impulso a la verdad y al bien

Estudiaremos la función de Eros, sin embargo, es que la sed de saber y de amar se hallan exigiendo lo ido en cada uno de nosotros. “Platón en sus obras presenta una escala de la belleza. Jesús mismo dijo que donde está tu tesoro ahí está tu corazón. El amor no busca la belleza, sino procrear en lo bello: un hijo, una obra de arte, pensamientos y discursos bellos, acciones bellas, en común, de poetas, inventores, legisladores (quizá la más grande procreación es la de un hogar, en el caso de los casados; o su equivalente de atmósfera bella entre amigos o miembros de un equipo. El deseo de procrear es signo de inmortalidad, lo que es fácil de captar a diferencia del amor sublime q es mucho más difícil y que siempre empieza con una experiencia sensible.” Estas últimas ideas entre comillas están tomadas del filósofo Jorge Manzano S.J. Revista Xipetotec # 39 septide 2001. NOTA: Esta lectura es de referen obligada para relacionarla con los 6 dinamismos a etudiar en este curso: El Hombre es siempre creativo, capaz de comprender por analogía algo del ser de las cosas, es libre para amar, aspira a ser solidario (justo y amoroso) con sus hermanos en el ser, es sensible a la belleza y esta abierto a lo ilimitado.

rso.

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