4.- Otro ocaso contemplado




La tarde anaranjaba sus reflejos en mi alcoba;
un ocaso enrojecido avanzaba su esplendor por mi ventana;
Y, a punto de inmersión en el azul marino de las aguas del océano,
una añoranza meditaba suspendida en las alas del silencio...
Tal vez así, la postrera despedida
de mi último recuerdo
ha de ocurrir en atardecer transfigurado;
de rojo a morado:
Se irá opacando el disco de mis sueños,
en la infinita lontananza
del Interior de Dios...

Javier Prieto Aceves,
del Libro Llovizna, Tijuana, 2017

Comentarios

Entradas populares